Cultivar el optimismo y evitar compararnos con los demás: dos excelentes fuentes de felicidad
Expresar la gratitud en la empresa familiar es una estrategia efectiva para aumentar nuestro nivel de felicidad, como veíamos en el artículo anterior. En la última entrega de esta serie sobre felicidad y bienestar, exploraremos dos nuevas fuentes de felicidad: cultivar el optimismo y evitar compararnos con los demás.
Centrar nuestra atención en todo lo que funciona en nuestra empresa familiar (en lugar de poner nuestra mirada en todo lo que va mal), sentirnos bien en relación con el futuro del proyecto familiar y evitar compararnos con los demás puede ayudarnos significativamente a aumentar nuestro nivel de plenitud vital, tal y como apuntan numerosas investigaciones sobre bienestar[1]. A continuación descubriremos cómo aprovechar estas oportunidades.
Oportunidad #1 para aumentar tu felicidad: Expresar gratitud
Explicada en el artículo anterior.
Oportunidad # 2 para aumentar tu felicidad: Cultivar el optimismo
Cultivar el optimismo tiene mucho en común con la estrategia de ponernos las “gafas de la gratitud” que ya comentamos. Ambas estrategias implican desarrollar el hábito de esforzarse por centrar la atención en el lado positivo de cada situación. No obstante, cultivar el optimismo no solamente se basa en maravillarse, agradecer y apreciar la vida, sino también anticipar un futuro brillante. Expertos en el campo del optimismo lo definen como la expectativa de un futuro positivo, dicho de otro modo, la creencia de que (de una u otra manera) podremos lograr todas las metas que nos propongamos [2].
“Cultivar el optimismo es creer que podremos lograr todas las metas que nos propongamos.”
Como miembro de una familia empresaria, puedes obtener grandes beneficios al cultivar tu optimismo. Si eres optimista acerca del futuro de la empresa familiar – por ejemplo: estás seguro de que puedes desarrollar estrategias para que los miembros de las siguientes generaciones se conviertan en accionistas responsables– seguramente invertirás esfuerzo en ayudar a que los miembros más jóvenes se sientan comprometidos con el proyecto familiar. Es así como los pensamientos optimistas se convierten en realidad.
Si percibes un resultado alcanzable, si visualizas un futuro posible para ti y para la empresa familiar, así como la posibilidad de realizarlo, seguramente serás persistente, aún cuando te encuentres con dificultades o cuando el progreso sea lento. Investigaciones científicas demuestran que las personas optimistas son más perseverantes y se comprometen más con sus metas, aún cuando encuentran obstáculos en el camino [3]. Asimismo, el pensamiento optimista promueve las emociones positivas, aumenta la vitalidad y la autoestima [4]. Si tienes algo que anhelas con pasión relacionado con la empresa familiar te sentirás lleno de energía, motivado y entusiasmado por alcanzarlo. Te sentirás orgulloso de ti mismo y te será más fácil relacionarte con los demás [5]. En definitiva, estarás experimentando todos los beneficios que supone cultivar el optimismo.
Estrategias para practicar el optimismo en la empresa familiar
- Diario de la mejor versión de ti mismo: existen diversas maneras de practicar el optimismo, una de las estrategias probadas científicamente es la de escribir un diario sobre la mejor versión de ti mismo [6]. Intenta encontrar un lugar tranquilo y un momento del día en el que puedas dedicar de 20 a 30 minutos para reflexionar sobre dónde te gustaría estar en relación a la empresa familiar en 1, 5 ó 10 años. Visualiza un futuro donde todo haya salido tal y como esperabas. Un futuro brillante en el que has puesto mucho esfuerzo, lo has hecho lo mejor que has podido y has alcanzado tus metas respecto a la empresa familiar. Escribe todo lo que imagines. Este ejercicio pondrá enseguida a trabajar tus “músculos del optimismo”. Es posible que te cueste trabajo el principio, como cualquier músculo de nuestro cuerpo, cuando no lo ejercitamos a menudo cuesta ponerlo en marcha, pero con el tiempo y con la práctica, imaginarás futuros brillantes con total naturalidad.
- Diario de metas y submetas: una variante del diario de la mejor versión de ti mismo consiste en identificar tus metas a largo plazo y separarlas en submetas [7]. Por ejemplo, después de escribir sobre tu futuro brillante en la empresa familiar a 5 años vista, puedes identificar como meta: “crear un consejo de familia”. Después de identificar tu meta, escribe los pasos que te ayudarán a alcanzarla. Recuerda que puede haber varios caminos para alcanzar un mismo objetivo. Si vienen a ti pensamientos pesimistas (por ejemplo: “cómo lograré hacer participar a mis hermanos si nunca antes hemos hecho nada juntos”), no te preocupes, mejor “ocúpate” de estos pensamientos identificándolos y generando escenarios alternativos o posibles soluciones.
Oportunidad # 3 para aumentar tu felicidad: Evitar la comparación social
En nuestra vida diaria es difícil evitar compararnos con nuestros amigos, compañeros de trabajo, familiares, estrellas de cine, etc. Podemos notar como ellos tienen más dinero, son más inteligentes, son más guapos, son más felices, tienen mejor salud que nosotros. Aún cuando algunas comparaciones con personas que nos inspiran y nos ayudan a desarrollar nuestras fortalezas, puede tener un efecto positivo. Cuanto más nos comparemos con los demás, más aumenta la probabilidad de que estas comparaciones nos generen malestar, haciéndonos cada vez más sensibles a las comparaciones sociales y a los efectos negativos que estas pueden llegar a acarrear.
“Compararnos con miembros de la familia empresaria que admiramos puede ser positivo mientras nos ayude a desarrollar nuestras fortalezas”.
En el contexto de la empresa familiar, el compararnos de manera apreciativa con miembros de la familia empresaria que admiramos y que nos inspiran a lograr nuestras metas puede ser positivo mientras nos ayude a desarrollar nuestras fortalezas. Por ejemplo, observar la humildad de un líder en la familia empresaria puede ayudarnos a desarrollar nuestro propio estilo de liderazgo. Sin embargo, si continuamente estamos comparándonos con los demás, y pretendemos ser diferentes de quienes realmente somos con el objetivo de ser aceptados, esto puede reducir significativamente nuestro nivel de bienestar. De hecho, los expertos en felicidad afirman que “la continua comparación social es una de las principales fuentes de infelicidad en el mundo occidental” [8].
Estrategias para evitar la comparación social que nos ocasiona malestar
- Gestiona tu pensamiento: debes lograr liberarte del círculo vicioso que hace que te compares con todo el mundo. En otras palabras, cuando comiences a compararte con otra persona y que esta comparación te produzca malestar,, detente de inmediato. Para esto existen varias estrategias probadas científicamente [9], una de ellas es distraerte con actividades que te despierten curiosidad, que te diviertan, que te hagan sentir feliz. Cuando te encuentres pensando “ella tiene mucho menos trabajo que yo y gana más dinero” o “mi hermano tiene una casa más grande” o “él es más exitoso”, debes redirigir tu atención hacia una actividad que te genere plenitud: por ejemplo, escucha una canción, lee algo interesante, conversa con un amigo, lo importante es que en ese momento seas capaz de crear un momento de plenitud, Intenta ser creativo, realiza una actividad que te mantenga absorto en lo que estás haciendo y te genere bienestar.
- La pulsera de la comparación social: otra estrategia útil consiste en conseguir una pulsera cómoda que puedas cambiar de muñeca con facilidad. Debes llevar esta pulsera contigo todos los días y cada vez que te compares con alguien y esto te ocasione malestar, cámbiala de muñeca. El reto es lograr no cambiarla durante 21 días seguidos: cada vez que la cambies de muñeca, tendrás que volver a comenzar a contar los 21 días. Este ejercicio será útil para darte cuenta de la frecuencia con la que te comparas con los demás y el efecto que tiene en ti esta comparación social. Recuerda realizar actividades que te generen plenitud para lograr conseguir no cambiar la pulsera durante los 21 días.
“Cultivar el optimismo en la empresa familiar y evitar compararte con los demás son dos estrategias que pondrán a trabajar tus músculos de la felicidad desde el primer día”.
En definitiva, el cultivar el optimismo en la empresa familiar y evitar compararte continuamente con los demás son dos estrategias que pondrán a trabajar tus músculos de la felicidad desde el primer día. Será muy efectivo que pruebes varias estrategias y descubras aquellas que más se acomoden a tu estilo de vida. Intenta que nunca pierdan su frescura, que sean dinámicas y que no se vuelvan repetitivas.
Es importante que las compartas con otros miembros de la empresa familiar cercanos a ti. Todo cambio que requiera esfuerzo y dedicación será más fácil con el apoyo de las personas que te rodean. No necesitas muchas personas: con una sola persona que te ayude a aumentar tu nivel de felicidad bastará. Como apuntábamos en el primer artículo de esta serie, y en palabras de Aristóteles: “La felicidad depende de nosotros mismos”. Esperamos que las estrategias que te hemos descubierto en estos tres artículos te ayuden a mejorar tu nivel de felicidad.
Por Lucía Ceja, investigadora de la Cátedra de Empresa Familiar del IESE
Referencias
[1] Scheier, M. F., Carver, C. S., & Bridges, M. W. (2001). Optimism, pessimism, and psychological well-being. In E. C. Chang (Ed.), Optimism and pessimism: Implications for theory, research, and practice (pp. 189-216). Washington, DC: American Psychological Association.
[2] Carver, C. S., Scheier, M. F., & Segerstrom, S. C. (2010). Optimism. Clinical Psychology Review, 30, 879-889.
[3] Segerstrom, S.C. (2001). Optimism, goal conflict, and stressor-related immune change. Journal of Behavioral Medicine, 24, pp. 441-467.
[4] Scheier, M. F., & Carver, C. S. (1992). Effects of optimism on psychological and physical well-being: Theoretical overview and empirical update. Cognitive Therapy and Research, 16, pp. 201−228.
[5] Helweg-Larsen, M., Sadeghian, P., & Webb, M.A. (2002). Th estigma of being pessimistically biased. Journal of Social and Clinical Psychology, 21, pp. 92-107.
[6] Morgan-Roberts, L., Spreitzer, G., Dutton, J., Quinn, R., Heaphy, E., & Barker, B. (2005).“How to Play to Your Strengths.”Harvard Business Review, January 2005.
[7] Lyubomirski, S. (2008). The how of happiness. Pinguin Books.
[8] Layard, R.(2003). “Towards a Happier Society.” LSE New Statement Article, February 2003.
[9] Lyubomirsky, S., & Ross, L. (1997). Hedonic consequences of social comparison: A contrast of happy and unhappy people. Journal of Personality and Social Psychology, 73, pp. 1141-1157.