“El haber trabajado tres años en banca de inversión en Salomon Smith Barney en Nueva York fue una experiencia que me hizo vivir la realidad y estar en un ambiente donde no te vetan cierta información», son palabras de Gabriel Escarrer, vicepresidente y consejero delegado de Meliá Hotels International, según declaraciones recogidas por Expansión. Dice el directivo que en sus trabajos en prácticas en Sol Meliá aprendió los valores que se transmiten en la compañía: la proximidad, la coherencia, la apuesta por la innovación y poner al cliente en el centro, ya que el cliente siempre ha de ser lo primero.

Antes de trabajar en el sector financiero, había trabajado todos los veranos en diferentes departamentos de los Hoteles Melía, por lo que regresar a la empresa familiar no le resultó difícil.

Comparando las experiencias de haber trabajado fuera y dentro de la empresa familiar, Escarrer destacó el proceso de toma de decisiones como una posible desventaja. En su opinión, en las empresas familiares [inlinetweet]“a veces se toman decisiones con criterios que no atañen puramente al ambiente profesional”[/inlinetweet]. Lo que en su caso ayudó a equilibrar ese aspecto fue la decisión de salir a Bolsa en 1996 algo que, según explica, aseguró la profesionalización.

Teniendo la mayoría del capital, la familia empresaria controla la propiedad de la compañía, pero el funcionamiento institucional está gestionado desde el consejo de administración donde la mayoría de consejeros son independientes. “Esto es algo que ayuda mucho a ese buen gobierno corporativo», subraya Escarrer.

Refiriéndose a los aspectos positivos de una empresa familiar, Escarrer acentuó que una de [inlinetweet]“las ventajas más importantes son sus fuertes valores, que son los mismos de la familia”[/inlinetweet]. Asimismo el directivo aclaró que el proceso de transmisión de los valores desde la familia a la empresa hace que la gente tenga mayor sentido de pertenencia y “cuando estamos compitiendo con las grandes cadenas hoteleras, el ser una firma familiar transmite cierto nivel de compromiso al propietario, sobre todo, porque muchos de ellos en Latinoamérica, en Emiratos o en el sudeste asiático son promotores inmobiliarios familiares, con lo cual el hablar de familia a familia es más fácil y crea un mayor vínculo de compromiso».

COMENTARIO DE LA CÁTEDRA

Establecer una división formal entre lo que es gobierno de la empresa y lo que son las deliberaciones propias de la familia, es una de las cosas que permanentemente recomendamos desde la Cátedra de Empresa Familiar del IESE.

Una empresa familiar que quiera  asegurar su pervivencia de generación en generación necesita dotarse de sistemas de gobierno corporativo que atiendan simultáneamente a la buena marcha del negocio y a la armonía familiar y en este contexto debe plantearse cómo debe ser el consejo de administración que ha de tener. La incorporación de consejeros independientes al consejo de administración de una empresa familiar aporta equilibrio al proceso de toma de decisiones y ayuda su profesionalización.

Asimismo, tener unos valores compartidos, entre todos los que forman parte de la empresa familiar, es sin duda esencial puesto que ayudan a desarrollar una mayor sentido de pertenencia. Los valores compartidos que se trasmiten a través de las generaciones, determinan cada aspecto de la empresa familiar, constituyen la esencia de su cultura empresarial, única e inimitable, y se convierten en una fuente de ventaja competitiva sostenible. Además, cada uno de estos principios tiene consecuencias positivas para la familia y el negocio. Por todas estas razones,[inlinetweet] es recomendable que las empresas familiares trabajen sus valores para tratar de diferenciarse [/inlinetweet]y de aportar valor a la sociedad.

FUENTE

Expansión

ENLACES

Consejeros independientes: Cómo mejorar su aportación en la empresa familiar

Cómo debe ser el consejo de administración que ha de tener.

Los valores que orientan  

Génesis del consejo

Institucionalización (Video)

La importancia de los valores