8. Sucesión

Ser o no ser accionista de una empresa familiar es un derecho que se define libremente y, fuera de las connotaciones económicas y financieras, representa una expresión de compromiso y voluntad de continuar un legado iniciado por la familia fundadora. Pero nadie puede ser obligado a aceptar este legado.

Una empresa familiar puede ser íntegramente dirigida por profesionales no familiares. Con el accionariado comprometido con los valores, el legado y la continuidad del proyecto empresarial en manos de la familia fundadora, no habrá accionistas “pasivos”.

  • Tras más de tres décadas observando e investigando sobre procesos de sucesión, en el IESE hemos identificado 6 aspectos a los que hay que prestar atención cuándo tenemos que iniciar este tipo de procesos:

    • El tipo de empresa familiar que tenemos.
    • El estadio en el que se encuentra la empresa familiar.
    • El tipo de predecesor que nos ocupa.
    • El tipo de sucesor que tenemos.
    • El número de aspirantes a sucesor que hay en la empresa familiar.
    • El proceso en sí mismo

    Este último punto, el proceso, tiene cuatro protagonistas que son el sucesor, la empresa, la familia y el predecesor.
    A cada uno de ellos está dedicado un vídeo específico en esta serie.

  • La preparación de un sucesor comienza desde su más tierna infancia. Desde que el predecesor haya internalizado la voluntad de que el proyecto empresarial continúe en manos de la siguiente generación. En este sentido el/la sucesor/a tiene un lugar privilegiado desde donde poder palpar el espíritu empresarial y despertar a la vocación de un día ser empresario/a.
    En este vídeo, se analizan los puntos que un buen sucesor debe tener en cuenta:

    • Conocer las ventajas competitivas de la empresa. Qué es lo que mueve aquella empresa.
    • Entender la visión del negocio que tenía la generación anterior y ser capaz de adaptarla a los nuevos tiempos.
    • Demostrar que puede hacerlo, y
    • ¡¡¡HACERLO!!!
  • Preparar la empresa para la sucesión tiene implicaciones estrechamente ligadas al estilo de dirección previo y futuro. Es usual en las transiciones de propietario controlador a siguiente generación, que la empresa tenga una cultura muy dependiente del carisma y personalidad del propietario controlador que actúa como único mecanismo de coordinación. Cuando este estilo de dirección se quiere sustituir por una dirección más “científica”, es imprescindible pensar en sistemas de dirección, arquitectura organizativa y procesos. Como es obvio, el cambio de uno a otro estilo no es ni trivial ni inmediato y por ello resulta imprescindible preparar adecuadamente a la empresa para la sucesión.

  • Además del tema de reparto de los recursos generados, en una empresa familiar aflorarán los temas relacionados con el poder, el estatus y el trabajo.
    ¿Quién ocupará determinadas posiciones de poder? ¿Quién va a trabajar en qué puestos? Etc.
    La mejor manera de tener cierta probabilidad de éxito es dotarse a tiempo de estructuras y procesos.
    En este vídeo, se presentan algunas recomendaciones que han demostrado funcionar en los procesos de sucesión.

  • Retirarse no quiere decir dejar la empresa definitivamente. Puede haber muchos mecanismos de cohabitación. Estos mecanismos pueden ayudar a aportar mucho sin hacer sombra a la siguiente generación que entra a hacerse cargo de la empresa.
    Paso a la siguiente generación no significa iniciar un periodo de inactividad.
    Simplemente significa iniciar el desarrollo de actividades distintas, pero complementarias con la orientación hacia el desarrollo personal y profesional de los miembros de la siguiente generación.
    Estos y otros consejos son el tema principal de este vídeo.