Esforzarse por comprender a los demás es un hábito positivo que permite potenciar el liderazgo interpersonal. Tratar a los demás como nos gustaría ser tratados es el primer paso para comprender profundamente a la otra persona, tal y como querríamos que nos comprendieran a nosotros.

Mantener un compromiso o una promesa es de suma importancia para fomentar las relaciones positivas en la empresa familiar. Otro hábito para potenciar el liderazgo interpersonal es dejar siempre claras las expectativas.

Cuando cometemos un error, es conveniente pedir perdón y hacerlo sinceramente. Por otra parte, podemos abordar los problemas con los demás como oportunidades de fortalecer la relación que tenemos con ellos. Esta mentalidad puede influir significativamente en el bienestar y la armonía familiar.

Otro hábito que ayuda a aumentar el nivel de bienestar es aprender a centrarse en lo importante. Para poder invertir la mayor parte del tiempo en cuestiones importantes, hay que desarrollar la asertividad y saber decir “no” a otras actividades que a primera vista pueden parecer urgentes e importantes, aunque realmente no lo son.