¿Por qué los temas que son importantes para la empresa nunca se tratan una vez al año pero muchas veces solo abordamos la estrategia empresarial en la reunión anual? Esta pregunta es el punto de partida de la entrevista que le hemos hecho a Miquel Lladó, lecturer de dirección estratégica del IESE.

“Las cosas cambian tan rápido que ya no es suficiente con tener una estrategia definida”, asegura Lladó. Hay que ir adaptándola constantemente, para adecuarse a cada momento al contexto interno y externo de la empresa.

Miquel Lladó considera que “es una obligación del directivo provocar los momentos para que esta reflexión estratégica suceda”. Añade que “a pensar estratégicamente se puede aprender”.

Hay cualidades como la curiosidad, que te guste el futuro y la incertidumbre para ver cómo la puedes gestionar mejor, que ayudan a tener pensamiento estratégico. Pero, además, existen modelos para practicar y entrenar el pensamiento estratégico.