Bajo el título “El único gran inversor que puede decidir en 5 minutos”, Expansión explica en un artículo cómo funciona la sociedad patrimonial de Amancio Ortega, Pontegadea Inmobiliaria, creada hace quince años.

Cuando el fundador de Inditex “puja por un edificio valorado en 500 millones de euros se encuentra como competidores a los grandes fondos internacionales. Su principal ventaja, la que le lleva a quedarse con activos como la Torre Cepsa, es que, a diferencia de los fondos soberanos, los institucionales o los cotizados, en Pontegadea las operaciones de 500 millones se deciden en cinco minutos.”

Esta rapidez de decisión es posible, continúa el artículo, porque “no necesita pedir financiación y porque las decisiones se toman entre tres personas”, que son José Arnau, vicepresidente segundo de Pontegadea y mano derecha de Ortega desde hace veinte años; Roberto Cibeira, consejero delegado de Pontegadea Inmobiliaria; y el propio Amancio Ortega, que tiene un voto ponderado.

COMENTARIO DE LA CÁTEDRA

El subtítulo que ha puesto la periodista lo dice todo: “La principal baza frente a su competencia es la agilidad que otorga un único dueño y que no necesita financiación”. Es difícil ganar en agilidad a las empresas familiares y a sus Family Offices. Cuando hay un equipo restringido con confianza, delegación y responsabilidad, las tomas de decisiones son mucho más rápidas por la ausencia de burocracia.

Fuente: Expansión, edición impresa (1 de octubre de 2016)