El estudio sobre valores en la empresa familiar, en La Vanguardia

LV_valores¿Por qué falla la conexión entre familia y empresa? Con esta pregunta titula La Vanguardia el artículo en el que desgrana las principales conclusiones del estudio «Los valores y la comunicación en la empresa familiar», elaborado por la Cátedra de Empresa Familiar del IESE y Atrevia.

Los resultados del informe indican que la mayoría de empresas familiares se muestran cautas a la hora de comunicar. La comunicación es una de las asignaturas pendientes de las empresas familiares, tanto en el seno familiar, como entre la familia y la empresa. En todos los casos, la comunicación debería ser más fluida.

La mayor parte de información que se pasa a la familia es de tipo financiero y no siempre todos los miembros saben interpretarla. «Falta información y formación. La empresa familiar se mantiene competitiva cuando hay unidad y compromiso entre los accionistas y ello lo puede lograr la comunicación», explica el profesor Josep Tàpies, titular de la Cátedra de Empresa Familiar del IESE, en La Vanguardia.

La mayoría de los directivos entrevistados para el estudio reconoce que la comunicación con los accionistas no es tan fluida como debiera. «En la empresa no familiar, el accionista tiene la información una vez al año, en la junta», explica el profesor Tàpies. Añade que «en la familiar no puede ser así, porque además del dividendo debe importar la proyección emocional y la recepción de información ha de ser frecuente. Y no es así en un elevado número de casos. Me preocupa porque no es algo que se improvise».

Nuria Vilanova, presidenta de Atrevia, asegura que «lo de solucionar los problemas en las comidas de los domingos ha pasado a la historia». En este sentido, el profesor Tàpies señala que «hay empresas familiares de éxito con cien o con mil accionistas repartidos por distintos lugares de la geografía y su secreto está en que tienen bien estructurada la comunicación en la familia». El titular de la Cátedra recuerda que también debe estructurarse la comunicación entre el consejo de familia y el consejo de administración, de forma que haya una comunicación muy fluida entre ambos, a través de sus representantes.

FUENTE: La Vanguardia, edición impresa – suplemento «Dinero». 3 de abril de 2016.