“Nos jugamos nuestro apellido”
Mané Calvo García-Benavides, el consejero delegado del Grupo Calvo desde 2006, dice percibir como acertado el camino de convertir una empresa familiar en una multinacional, cual fue el caso del grupo empresarial que dirige. En las declaraciones para La voz de Galicia, Calvo dice creer que, “como familia, hemos tenido la capacidad y el acierto de coger lo mejor de los dos mundos: ser cercanos con los trabajadores y colaboradores, ser gente accesible y próxima y, al mismo tiempo, tomar decisiones de manera profesional.”
Esto, en su opinión, se debe a la cultura familiar y al proceso de toma de decisiones que “no se toman de forma unipersonal nunca”, según afirma el consejero delegado. Contestando a preguntas sobre las “marcas blancas” y el esfuerzo de distinguirse en el mercado, Calvo asegura que “El objetivo de una marca blanca es ser más barata. Mientras que nuestra motivación, y [inlinetweet]nos jugamos nuestro apellido[/inlinetweet], es hacerlo bien, mejor, dar un producto diferente.”
El máximo dirigente del Grupo Calvo también aseguró no verse afectado el carácter familiar de la empresa, a pesar de la entrada en el capital del grupo por parte de Bolton International Group, que en el año 2012 adquirió un 40% de las acciones.
COMENTARIO DE LA CÁTEDRA
Los valores expresados por las empresas familiares tienen una perspectiva a largo plazo y se viven porque se sienten pensando en formar a las futuras generaciones. Un ejemplo serían la calidad y la excelencia. Un rasgo característico de la empresa familiar es la voluntad de permanecer en el tiempo, y precisamente mantener viva la excelencia y la calidad que marca la diferencia en los productos o servicios que ofrece la empresa. Sin duda, resulta clave para la continuidad de la empresa familiar.
El grupo Calvo nos enseña que cuando se viven de verdad, los valores familiares determinan la cultura de la empresa familiar, única e inimitable, y se convierten en una fuente de ventaja competitiva sostenible. Además, valores como la excelencia y la calidad tienen consecuencias positivas para la familia y el negocio. De allí resulta que [inlinetweet]“jugarse el apellido” conlleve una responsabilidad de vivir los valores familiares[/inlinetweet] que, muchas veces, supone una fuente de unión y éxito para las familias empresarias.
Los valores familiares representan un punto de encuentro clave en el grupo de accionistas. [inlinetweet]Cuanto más fuerte es la unión del grupo de accionistas, mayor es la confianza[/inlinetweet] y el orgullo de los propietarios que fortalecen así sus lazos de unión y su compromiso con la empresa. Se trata de un círculo virtuoso que toda empresa familia debe incentivar.
La noticia del grupo Calvo nos permite enfatizar que en las empresas familiares la identidad construida sobre unos valores fuertes de una familia comprometida aseguran mantener el carácter familiar, incluso en una situación de dar entrada de capital ajeno a la familia.
FUENTE
ENLACES
“Los principios nos dan identidad y se convierten en valores para la empresa familiar”
Unidos por un fin común: Visión, misión y valores en la empresa familiar
Las alianzas estratégicas: Una opción para potenciar el crecimiento de la empresa familiar
Accionistas: Compromiso de los accionistas
FUENTE
ENLACES
“Los principios nos dan identidad y se convierten en valores para la empresa familiar”
Unidos por un fin común: Visión, misión y valores en la empresa familiar
Las alianzas estratégicas: Una opción para potenciar el crecimiento de la empresa familiar